Muy bien, estamos llegando a los tramos finales , por lo tanto veremos los últimos aspectos importantes para concretar nuestros sueños en Cristo.

Esto es, la DETERMINACIÓN y la DIGNIDAD.

Dios le dijo a Josué:
Josué 6:5  Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero,  así que oigáis el sonido de la bocina,  todo el pueblo gritará a gran voz,  y el muro de la ciudad caerá;  entonces subirá el pueblo,  cada uno derecho hacia adelante.
•    Josué 6:20  Entonces el pueblo gritó,  y los sacerdotes tocaron las bocinas;  y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina,  gritó con gran vocerío,  y el muro se derrumbó.  El pueblo subió luego a la ciudad,  cada uno derecho hacia adelante,  y la tomaron.
He resaltado con letra negrita la última parte de los versículos, porque es allí donde vemos (en el verso 5) el mandato de Dios, y luego (en el 20) la obediencia. Estaban trabándose en batalla, era cuestión de vida o muerte y, aún así, ellos avanzaron cada uno derecho hacia adelante.

Cuando tenemos delante de nosotros la visión clara de nuestro objetivo, es necesario comprometernos con la misión, me refiero al cumplimiento de ese objetivo. Implicando todo nuestro esfuerzo y valentía en el logro, sin apartarnos del mandato de avanzar derecho hacia adelante. Esto fue lo que Jehová le había dicho a Josué:

•    Josué 1:2  Mi siervo Moisés ha muerto;  ahora,  pues,  levántate y pasa este Jordán,  tú y todo este pueblo,  a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.
•    Josué 1:7  Solamente esfuérzate y sé muy valiente,  para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó;  no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra,  para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
•    Josué 1:9  Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente;  no temas ni desmayes,  porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Si usted quiere ser prosperado en todo lo que emprenda, no crea jamás que será sin esfuerzo y sin valentía, es decir, sin DETERMINACIÓN.
Esto es parte del presupuesto, el costo de su éxito.

•    Proverbios 13:4 (Versión Palabra de Dios para Todos) dice: El perezoso desea pero no consigue; el que trabaja duro logra lo que quiere.
•    Prov. 10:22 dice: La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.

¿Y qué es lo que bendice el Señor que hará que redunde en riquezas para nosotros?

•    Deuteronomio 28:12  Te abrirá El Señor su buen tesoro,  el cielo,  para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo,  y para bendecir toda obra de tus manos.  Y prestarás a muchas naciones,  y tú no pedirás prestado.

Dios bendice la obra de nuestras manos, nuestro trabajo, nuestra labor. No hay trabajo si no hay determinación. Esto no quiere decir que salgamos corriendo afanosamente a trabajar día y noche, abandonando los demás valores que debemos cuidar en nuestra vida. No se trata de trabajar más, sino, en forma más sabia e inteligente, enfocados en la visión; utilizando las estrategias y energías necesarias para cada acción, ni más ni menos. Y dejar de derrochar energías en acciones que no cuentan con un plan alineado con la voluntad de Dios.

Veamos lo que la Biblia nos dice:
Eclesiastés 9:10  Todo lo que te viniere a la mano para hacer,  hazlo según tus fuerzas;

Haga las cosas según sus fuerzas (no a pesar de sus fuerzas) las cuales son limitadas  y necesitan ser repuestas día tras día. El descanso es tan vital para nuestro cuerpo, que Dios lo estableció como mandamiento: Seis días trabajarás y el séptimo descansarás. Trabajar más allá de sus fuerzas produce un agotamiento insalubre y que muchas veces trae consecuencias muy graves sobre la salud.

¿Le suena la palabra estrés? Es el gran mal del siglo XX y XXI, todo el mundo corre desesperado y afanoso detrás del dinero para poder suplir las cientos de necesidades que le ha hecho creer el marketing. Sin embargo, usted no necesita hacer eso; no le añada más afán a cada día de su vida del que debe tener. Es mejor creerle a Dios, que al marketing.

Dice:
•    Proverbios 23:4  No te afanes por hacerte rico; Sé prudente,  y desiste.
Este proverbio no dice: No te hagas rico. Sino, no te afanes para hacerte rico. Usted no debe ser siervo del dinero, por el contrario, el dinero debe servirle a usted.

Dice:
•    Mateo 6:24  Ninguno puede servir a dos señores;  porque o aborrecerá al uno y amará al otro,  o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Aquí dice claramente que debemos aborrecer y menospreciar el dinero. Algunos,  interpretando este pasaje a la ligera, piensan que un cristiano debe odiar y rechazar el dinero, para poder servir a Dios.

Si este fuera el significado de este pasaje, entonces el Señor nos estaría mandando a odiar a nuestras familias:
Lucas 14:26  Si alguno viene a mí,  y no aborrece a su padre,  y madre,  y mujer,  e hijos,  y hermanos,  y hermanas,  y aun también su propia vida,  no puede ser mi discípulo. Esto no es así, pues, la palabra aborrecer significa etimológicamente: Amar menos. Y menospreciar significa: tener a una cosa o persona en menor valor. Es decir que, parafraseando el texto, diría: Ninguno puede servir a dos señores;  porque o amará menos a uno y amará más al otro,  o estimará al uno y tendrá en menor valor al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Así de sencillo, la Biblia dice lo que dice, no lo que nos parece que dice. Un hijo de Dios no sólo puede ser rico, sino que puede ser riquísimo. Lo que no debe hacer un hijo de Dios es sobrevalorar las riquezas por encima de Dios, convirtiéndose en un adorador del dios mamón; porque esto sería el principio de muchos males para su vida (1Timoteo 6:10 dice: porque raíz de todos los males es el amor al dinero,  el cual codiciando algunos,  se extraviaron de la fe,  y fueron traspasados de muchos dolores.)

Si un hijo de Dios no pudiera ser rico, entonces Jehová jamás habría llamado a Abraham, y mucho menos después llegar a nombrarlo como el padre de la fe. Por qué digo esto, pues, porque Abraham no solo era rico cuando fue llamado por Dios, sino que era RIQUÍSIMO.

Dice:
•    Génesis 13:1  Subió,  pues,  Abram de Egipto hacia el Neguev,  él y su mujer,  con todo lo que tenía,  y con él Lot.
•    Génesis 13:2  Y Abram era riquísimo en ganado,  en plata y en oro.

Mi estimado lector observe lo que dice:
•    Eclesiastés 10:19  Por el placer se hace el banquete,  y el vino alegra a los vivos;  y el dinero sirve para todo.

Este texto dice que el dinero sirve para todo, no que usted debe servir en todo al dinero.

Es más, yendo un poco más allá, hasta podemos calificar a las riquezas como UN DON de Dios.

Eclesiastés 5:19 dice: (LBLA)  Igualmente, a todo hombre a quien Dios ha dado riquezas y bienes, lo ha capacitado también para comer de ellos, para recibir su recompensa y regocijarse en su trabajo: esto es don de Dios.

Si para cumplir sus sueños, sus visiones, sus anhelos, le es necesario el dinero; de lo cual estoy casi seguro que así es; entonces, será necesario que cambie su actitud respecto del dinero. Usted no es más espiritual porque sea pobre, ni es más carnal porque sea rico.

La cantidad de dinero en su bolsillo no mide su nivel de espiritualidad o de carnalidad. Puede que alguien diga…”bueno pero si alguien está muy bien financiera y económicamente es porque está haciendo la voluntad de Dios”. Sin embargo, no siempre es así, sino que esto dependerá de si sus riquezas han sido obtenidas en justicia, o no. O quizás alguien diga…”Entonces el hermanito fulano, está fuera de la voluntad de Dios porque está hundido en la pobreza”.

Esto tampoco siempre es así. Lea lo que dicen estos versículos:
•    Hebreos 11:37  (Por la fe) Fueron apedreados,  aserrados,  puestos a prueba,  muertos a filo de espada;  anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras,  pobres,  angustiados,  maltratados;
•    Hebreos 11:38 de los cuales el mundo no era digno;  errando por los desiertos,  por los montes,  por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
•    No nos dejemos engañar por las apariencias. No prejuzguemos. La Biblia dice de Juan el Bautista:
•    Mateo 3:4  Y Juan estaba vestido de pelo de camello,  y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos;  y su comida era langostas y miel silvestre.

Sin embargo, Mateo 11:11 agrega diciendo: “De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista”

Entonces, sí cuenta con la visión y ha comprendido que debe llevar a cabo una misión; es decir, la parte que usted debe hacer, y ha establecido objetivos y metas intermedias y las correspondientes estrategias para cada una de ellas. Además, si su sueño está alineado con la voluntad de Dios y si para cumplir su sueño necesita dinero, y ha comprendido que el Señor le dio el poder de hacer riquezas y disfrutar de ellas, usted ha cambiado su actitud respecto del dinero. Usted ha entendido que el dinero no tiene nada de malo en sí mismo.

Ha llegado el momento de la determinación. Una persona determinada es una persona osada y valerosa, busque por favor la palabra “determinado” en su diccionario y lo corroborará. Una persona osada, es una persona atrevida, audaz y resolutiva. Esto fue precisamente lo que Dios le dijo a Josué estando en las puertas de la tierra prometida, en Cades-Barnea, la tierra de bendición y prosperidad.

•    Josué 1:2  Mi siervo Moisés ha muerto;  ahora,  pues, levántate y pasa este Jordán,  tú y todo este pueblo,  a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.
•    Josué 1:3  Yo os he entregado,  como lo había dicho a Moisés,  todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.
•    Josué 1:4  Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates,  toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol,  será vuestro territorio.
•    Josué 1:5  Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida;  como estuve con Moisés,  estaré contigo;  no te dejaré,  ni te desampararé.
•    Josué 1:6  Esfuérzate y sé valiente;  porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.

Había por aquellos días algunos que aún no tomaban lo que Dios les había entregado, por lo que Josué les dijo:

•    Josué 18:3  Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres?
Otra versión dice: (PDT) Así que Josué les dijo a los israelitas: «¿Cuánto tiempo más serán unos cobardes perezosos? ¿Cuándo entrarán a tomar posesión de la tierra que les ha dado el Señor, el Dios de sus antepasados?

Dios le dice a usted hoy, estas mismas palabras: Levántate, y entra a la tierra que yo te entrego hoy. No retardes la bendición porque ya está dispuesta para que la tomes, y nadie te podrá hacer frente; Yo estaré contigo, no te dejaré ni te desampararé, esfuérzate y se valiente porque tú lograrás concretar la visión.

Realmente me embarga la emoción al pensar que si usted ha comprendido estos principios, a partir de hoy, su vida nunca más volverá a ser la misma. Y creo firmemente que escucharé testimonios de aquellos que han decidido concretar sus sueños en Cristo.

Porque sencillamente en Cristo: ¡SE PUEDE!

Hasta Pronto.
Su hermano y amigo
Maximiliano Contreras
[email protected]