“Nos sentimos tristes por la situación de nuestra nación, reconocemos que esto se debe en parte  a nuestra posición que hemos mantenido como iglesia en nuestra sociedad.

Hemos tolerado la impureza en la iglesia, nuestro testimonio ha sido paralizado. Por nuestro silencio mientras las voces de rebelión han crecido en nuestra nación.

Por nuestra apatía tenemos injusticia en nuestras cortes y crimen en nuestras calles.

Por nuestras divisiones, hemos sido tan débiles espiritualmente para detener las manifestaciones del diablo. Perdónanos Señor”.

Serafín Contreras G.

Timoteo 2:1–8  Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna.