“Cada día escucho voces conflictivas y muchas promesas contradictorias. A veces la confusión de las voces que escucho se incrementa tanto que se me hace difícil distinguir entre la verdad y la falsedad. Viejas mentiras se visten con ropajes nuevos y con términos muy sofisticados, al punto que se me hace difícil reconocerlas. Necesito ejercitar la piedad pidiendo de esa manera discernimiento para detectar las fábulas profanas y las viejas mentiras y no participar más de las obras infructuosas de las tinieblas”. Serafín Contreras G.