Los niños están familiarizados con los cuentos de hadas.

Un elemento común en los cuentos de hadas es una varita mágica que tiene el poder de convertir calabazas en carruajes, sapos en príncipes y trapos en riqueza. Cuando niños, pudiésemos haber deseado tener una varita mágica. Como adultos, pudiéramos pensar que fue tonto creer en dicho poder.

Si miramos la creencia más de cerca, veremos que la única parte tonta de la creencia es que necesitamos un palito para evocar poderes. No necesitamos un palito porque nacimos con capacidades inmensas y por lo tanto, el poder para crear muchas de las cosas en nuestra vida que deseamos. Con cada decisión que tomamos y cada acción que hacemos, es como si moviésemos la varita mágica.

Al escoger opciones óptimas y llevando a cabo las acciones relacionados, tenemos la habilidad de tener relaciones amorosas, seguridad financiera y muchas otras cosas buenas en la vida.

Los superhéroes tienen superpoderes. ¿Soñamos alguna vez de tener nuestros propios superpoderes? La mayoría de los superheroes obtuvieron sus superpoderes y la motivación para salvar al mundo como resultado de algún desafortunado accidente o circunstancia.

El Hombre Araña obtuvo sus poderes cuando fue mordido por una araña radioactiva.

El Hombre Murciélago presenció el asesinato de sus padres de niño y esto le llevó a entrenarse al máximo de la perfección física e intelectual. Es cierto que “el acero más fuerte pasa a través del fuego más intenso”. Hemos experimentado pruebas y tribulaciones que nos han dado más fortaleza de carácter y compasión por los demás. ¿No es de eso que trata el ser un superhéroe… fortaleza y compasión?

Cuando niño, tal vez temimos monstruos debajo de nuestra cama o guardarropa. Si así fue, ahora podemos ver que fue tonto porque no había nada allí y por lo tanto nada a lo que temer. Como adultos, ya no tememos monstruos debajo de la cama; pero tal vez temamos a la incertidumbre, a lo desconocido o al fracaso.

Muchos de estos temores son tan ilógicos como el temor a los monstruos debajo de la cama. Los temores ilógicos pueden interferir con los poderes de la varita mágica con la que nacimos y los superpoderes que hemos adquirido.

Los temores ilógicos pueden aún llevarnos a no darnos cuenta de los poderes que poseemos.

Para colocar esto en un contexto práctico, tenemos habilidades que podemos usar para regular y controlar influencias externas e internas en nuestra vida. Llamemos a estas habilidades “dispositivos”. Al utilizar nuestros dispositivos, podemos ser la persona que queremos ser, tener relaciones fructíferas con otros, enfrentar los descalabros de la vida y vivir una vida más plena. Desafortunadamente, muchos adultos permiten que sus temores ilógicos les impidan reconocer sus dispositivos y utilizarlos. Aprender a usar nuestros dispositivos es más fácil de lo que pudiésemos pensar.

Primero, veamos a nuestros temores como lo que son: “monstruos debajo de la cama”. Segundo, encontrarnos (o reencontrarnos) con nuestros dispositivos y entonces, usarlos.

El desafío no es tan solo soltar nuestros temores ilógicos y descubrir el poder en nuestros dispositivos de vida, sino también reconocer las calabazas que pueden transformarse en carruajes y recordar que tenemos el poder para hacerlo, porque Dios nos lo ha dado.

Recientemente ayudé a escribir un libro que resume y explica dispositivos de vida lógicos y “fáciles de usar” y sus aplicaciones prácticas. Una de las más gratificantes experiencias de haber escrito el libro es que sigue recordándome el identificar las oportunidades para usar mis dispositivos.

Si queremos vivir nuestra vida con más felicidad, fortaleza y valor, dejemos de creer en monstruos debajo de nuestras camas, descubramos nuestros dispositivos, identifiquemos nuestras oportunidades y desafíos ¡y utilicemos nuestro poder para crear el bien en nuestro mundo!

Denise Lammi, copyright 2006
Deja que en este nuevo año, Dios dirija tu vida y veràs que los temores se esfuman.

Yo soy Dios, el Dios de tu padre le dijo. No tengas temor de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.Genésis 46:3.

Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor; Y el mar cubrió a sus enemigos. Salmo 78:53.