Valoremos nuestra salud; cuidémonos porque mucha gente quisiera estar tan saludables como nosotros…la salud es riqueza.

Valoremos nuestra vida, no la perdamos.  Jamás pensemos en el suicidio porque mucha gente quisiera tener tiempo suficiente para alcanzar sus sueños.  Todavía tenemos la oportunidad para hacer eso así que, ¿por qué rendirnos?

Valoremos nuestra libertad porque tanta gente está dispuesta a invertir todo lo que tiene para comprar la suya.  Si dudan de esto, vayan a las prisiones.

Valoremos a nuestros padres sin importar su status, sean ricos o pobres.  Si piensan que estoy equivocado, vayan entonces a los orfanatos y vean cómo los chicos allí quisieran tener a alguien a quien llamar papá ó mamá, sin importar cuán malo fuese.

Valoremos a nuestros amigos porque no son fáciles de conseguir y seamos buenos amigos también.  Quédense solos en una isla por un año y verán si no contemplarían el suicidio.

Valoremos la comida que comemos, sin importar cuán barata sea porque tanta gente tiene suficiente dinero para comprarla pero no la pueden comer por su salud.

Valoremos nuestro empleo porque tanta gente allá fuera nos envidia y anhelaría tenerlo.

Valoremos lo que tenemos porque pudiéramos no tener la oportunidad de volverlo a tener.  Dicen que un pájaro en mano es mejor que miles volando.

Valoremos las pequeñas cosas que nos son dadas porque tienen la tendencia a atraer a las más grandes.

Valorémonos a nosotros mismos, valoremos a la gente y valoremos a las cosas a nuestro alrededor, sin importar cuán pequeñas.  Esa es la mejor manera de vivir y disfrutar de la vida.

Uwakina Osemeke, copyright 2011
Fuente: www.motivateus.com

El pensamiento de hoy es realmente interesante y nos desafía a reconocer el valor que tienen las personas y cosas con que el Señor nos ha provisto… ¡y es que muchas veces no lo hacemos!  Más bien pareciéramos estar siempre enfocados en lo que otros tienen ó en lo que percibimos que nos falta en el momento.  Y esa actitud no sólo nos mantiene inconformes sino también frustrados e infelices.  Es tiempo de que reconozcamos todas las bendiciones con las que hemos sido dotados y sepamos mostrarnos agradecidos no sólo con Dios, sino también con todos aquellos a quienes el

Señor ha utilizado como instrumentos para lograrlo.
Adelante y que Dios les continúe bendiciendo.

Raúl Irigoyen
El Pensamiento Del Capellán