Toyohiko Kagawa fue un famoso poeta y reformador social cristiano japonés. Aunque tenía mala salud, vivía entre los necesitados en los barrios bajos y trabajaba en forma incansable para vencer la injusticia social. Su poema: “El trabajo”, habla de la fuente de su fortaleza:

El trabajo

Nunca diré
Que estoy ocupado:
Aquellos que ayudan
A los atribulados
Deben esperar siempre
Estar ocupados.
Cristo era tan asediado
Por las multitudes
Que no tenía tiempo para comer.
Él dijo:
“Al que tiene,
Se le dará más.
Y al que no tiene,
Hasta lo poco que tiene
Se le quitará”.
Lo que quiere decir
Que si no usamos
Todos nuestros poderes
Los vamos a perder …
Entonces, también, el problema es
Que debemos hacer nuestro trabajo
De todo corazón;
No nos cansamos de hacer
Lo que nos gusta hacer.
Pero lo más importante,
Nuestro consuelo y fortaleza
Vienen solo cuando Dios
Mora en nuestras almas
Trabajando junto a nosotros.

No importa qué trabajo hagas hoy, trabajarás con propósito y fuerza si Dios es tu socio. Él siempre está contigo, ¡esperando que le pidas su fortaleza para terminar el trabajo!

2 Corintios 6:1
Como colaboradores de Dios les suplicamos que no desechen el maravilloso mensaje de la gracia de Dios.

Fuente: Desayuno con Dios, Editorial UNILIT