El reverendo Charlfant cuenta de una pareja que estaban celebrando las bodas de oro de su matrimonio. Como los ancianos tienen por costumbre, el anciano caballero respondió con un relato.

Su esposa Sara, fue la única chica con quien salió alguna vez. Él había crecido en un orfanato y trabajó duro por todo lo que tenía. Nunca había tenido tiempo para salir hasta que Sara lo levantó en peso. Antes de que se diera cuenta, ella se las había arreglado para hacer que él le pidiera que se casara con él.

Después que habían pronunciado sus votos el día de su boda, el padre de Sara se llevó a un lado al recién estrenado esposo y le entregó un regalito, diciéndole: -Dentro de este paquetito está todo lo que en realidad necesitas saber para tener un matrimonio feliz.

El nervioso joven abrió con torpeza el papel y la cinta hasta que tuvo el paquete desenvuelto.

Dentro de la caja había un gran reloj de oro. Con gran cuidado lo tomó en la mano. Al examinralo de cerca, vio grabado a través de la esfera del reloj un prudente recordatorio que tendría que ver cada vez que mirara la hora; palabras que si se obedecían, contenían el secreto para el éxito de un matrimonio: “Dile algo agradable a Sara.”

Morris Chalfant
Proverbios 18:22
El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia del Señor.