En un mundo que parece ser más oscuro, permite que el Señor convierta tus tinieblas en luz.
Entonces, podrás alumbrar  las vidas de aquellos que están a tu alrededor, al convertirte en una de las luces nocturnas de Dios.

2 Samuel 22:29
Porque tú eres mi lámpara, oh Señor;
el Señor alumbra mis tinieblas.

Salmos 27:1
El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor?

Salmos 13:3
Considera y respóndeme, oh SEÑOR, Dios mío; ilumina mis ojos, no sea que duerma el sueño de la muerte;