Arreglen sus problemas antes de irse a la cama.
De esa manera se levantarán sonriendo.

Pueden aplazar el enojo
al sustituirlo con entendimiento.

Si se enojan, no pequen.
No dejen que el sol se ponga estando aún enojados.
Efesios 4:26

Marabel Morgan nos da estos consejos refrescantes antes de terminar el día:

1. Controle sus lágrimas. Cuando estoy enojada con Charlie, le advierto por adelantado al decirle: Me voy a poner a llorar. Espera un minuto.

A veces subo a mi habitación, lloro y me compadezco de mí misma. Después que me calmo y recupero la compostura, regreso para continuar con la conversación. Trato de no enfurruñarme, ni rezongar, ni rechazar las relaciones sexuales como castigo.

He descubierto que mejor es decir lo que tengo que decir y luego PERDONAR y OLVIDAR.

2. Planee la hora y la atmósfera adecuadas. Antes de hablar, piense en el problema y póngalo en su justa perspectiva.

3. Dígale con amabilidad lo que está en su corazón. La Biblia nos aconseja que hablemos de verdad en amor… Exprese sus emociones con palabras de modo que él sepa lo que sucede en su interior. Su propósito principal debiera ser lograr que se comprendan sus sentimientos y no exigir un cambio.

 

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