Voy a seguir creyendo, aún cuando la gente pierda la esperanza.

Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.

Voy a seguir construyendo, aún cuando otros destruyan.

Voy a seguir hablando de paz, aún en medio de una guerra.

Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad.

Y seguiré creyendo, aunque otros pisen la cosecha.

Y seguiré gritando, aún cuando otros callen.

Y dibujaré una sonrisa; en rostros con lágrimas.

Y transmitiré alivio, cuando vea dolor.

Y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristeza.

Invitaré a caminar al que decida quedarse.

Y levantaré los brazos a los que se han rendido.

Porque en medio de la desolación, siempre habrá

un niño esperando algo de nosotros…

Y aún en medio de una tormenta,
por algún lado saldrá el sol
y en medio del desierto crecerá una planta.

Siempre habrá un pájaro que nos cante,
un niño que nos sonría
y mariposas que brinden su belleza.
Pero si algún día ves que ya no sigo,
no sonrío, o callo, acércate y dame un beso,
un abrazo, o regálame una sonrisa;
con eso será suficiente.

Seguramente, me habrá pasado que la vida me abofeteó y me sorprendió por un segundo.

Ese gesto hará que vuelva a mi camino. Nunca lo olvides: “El pasado es polvo, el futuro es viento, el presente es la vida.

Si amas perdona, si no amas olvida …

Pues el amor nunca muere, sólo cambia de lugar…”