“Como discípulo necesito entender que vivo mi vida en un mundo que exige un costo o precio.  Cuando Dios se encarnó, él penetró el tiempo y el espacio en Cristo Jesús, para redimir al hombre caído, pero Dios no podía hacer esto sin costo alguno. Pablo nos dice que él ahora sufre dolores de parto hasta que Cristo  sea formado en los creyentes y se hoy que dolores de parto habla indudablemente de un costo y de un precio.  Hasta que Cristo sea formado.  Yo hoy debo estar dispuesto a pagar el precio de tener la sensibilidad de Cristo”.  Serafín Contreras G.