“Levanto mi mirada a la eternidad y podré mirar aun más allá de las nubes la gloriosa manifestación del Hijo de Dios. Gloriosa manifestación que se desplegó el día de la ascensión, siendo recibido en gloria luego de su conquista  en el calvario. Rey de reyes y Señor de señores, sentado a la diestra del Padre con Poder y majestad. Listo para derramar su Gloria sobre esta tierra sufriente”. Serafín Contreras G.