“El cristiano debe aprender a confiar en Dios en cada circunstancia, creer que él nos ama y nos da solamente la mayordomía de lo que podemos manejar, sin ser tentados más allá de lo que podemos resistir.  A causa de su carácter tangible el dinero es un terreno que nos prueba ante Dios y muestra nuestro verdadero deseo de someternos a él”. Serafín Contreras G.