“La palma de la mano hacía arriba solo implora, solo pide y espera una dádiva que aumenta la mendicidad del alma. La palma de la mano hacia abajo siempre da,
siempre comparte y expande el espíritu extendido hasta pasar los límites de la miseria.

Tú decides como tener la palma de tu mano hoy, hacía arriba o hacia abajo”. Serafín Contreras G.

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