La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Romanos 8:7

¿Carnal?

La mentalidad pecaminosa- ¿Cómo va usted en la batalla por la perfección sin pecado? ¿Está usted ganado la batalla a diario ó ha sufrido derrotas? ¿Es un alma sacrificada ó un cristiano carnal?

¿Le molestan estas preguntas? Deberían.

En algún punto del camino, el cristianismo abrazó la metafísica griega de la división del cuerpo/mente/alma. Cuando este concepto alienígeno se escabulló en el pensamiento cristiano, eventualmente conllevó a la postulación del cristiano carnal, el creyente que confesó a Cristo cómo su Salvador pero que no vive con Cristo cómo su Señor. Esta es la persona cuya vida se caracteriza por las acciones que no glorifican a Dios pero que al mismo tiempo claman el perdón y aceptación de Dios.

El cristiano “carnal” tiene un cuerpo bajo el control del pecado pero su alma le pertenece a Dios. ¿Qué? ¿Significa eso que Dios salva sólo una parte de la persona? Una lectura cuidadosa de la Biblia no apoya nada de estas necedades griegas, pero ciertamente es una manera popular de explicar el comportamiento. Quizás necesitamos ver una vez más los famosos comentarios de hablo acerca de los cristianos “carnales” (la traducción de la Reina Valera acerca de esta frase).

La palabra crítica griega es phronema. La palabra cubre la frase traducida entera “Puesta la mente en-mentalidad” Phronema significa “lo que uno tiene en mente, propósitos ó pensamientos”. En este caso, Pablo dice que los propósitos ó pensamientos de esta condición mental es sarx, la carne. Esto debería de recordarnos del pasaje en Génesis 6:5, “las intenciones y pensamientos del corazón”. Pero notemos que el equivalente hebreo no sugiere una división espiritual donde el hombre confiesa a Dios sino que actúa de manera desobediente.

En el equivalente de Génesis, los pensamientos de sus mentes se daban a la maldad y, cómo resultado, Dios traía el juicio sobre la tierra. Estos están muy lejos de ser la bifurcación de cristianos “carnales” hoy en día. En el antiguo mundo, si tu mente estaba llena de los propósitos de la carne, no estabas parado en la gracia de Dios. No eras redimido.

Moriste en el diluvio junto con todas las demás personas del mundo porque la mente cuya intención y propósitos eran determinadas por sarx era el enemigo de Dios. En pensamiento hebreo, esto es yester ha´ra volverse loco.

Pablo es un rabino mesiánico judío. ¿Usted cree que el entretuvo la división tripartita griega de los seres humanos (espíritu, alma y cuerpo)? Probablemente no. La antropología de pablo estaba homogenizada, el neshama ó nefesh era una persona toda confundida en su cuerpo en este mundo.

Dios nos salva el alma y deja que el cuerpo se pudra. Eso es griego, no hebreo. De manera que si, Pablo nunca hubiera aceptado la división de los seres humanos en partes, entonces ¿cómo puede sugerir que la existencia espiritual puede dividirse en lo carnal y en lo espiritual? Si los propósitos e intenciones de mi mente (leído como neshama ó nefesh) están llenos de hostilidad hacia Dios, ¿no nos obliga eso a concluir que tal persona no es redimida?

Después de todo, esa persona es un enemigo, no un buscador humilde. Esta persona está siendo dominada por el yester ha´ra, no luchando contra la inclinación maligna para poder ser obediente al Señor.

¿Significa eso que los cristianos son sólo aquellos que ya no experimentan la lucha por la santidad personal? Claro que no. La lucha sigue por un largo, largo tiempo. Pero la persona que no esté luchando probablemente no está domesticada a Dios. Yo ó estoy motivado a obedecer y estoy en la lucha por hacerlo, ó estoy capitulando a la inclinación del mal y cómodo con el resultado. Yo ó estoy luchando por Dios ó luchando en Su contra. No hay observadores en la banca en esta guerra.

Escrito por Dr. Skip Moen.

Traducido por Betsy Bendaña.

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