Su boca está llena de maldición y de amargura. Romanos. 3:14.
Armando Nicholi, Profesor de Psiquiatría en la escuela de medicina de Harvard, explica que Sigmund Freud murió a la edad de 83 años, Sigmund Freud, fue un médico y neurólogo austriaco, creador del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del s. XX  ]un hombre amargado y desilusionado.  Este físico, uno de los pensadores más influénciales de nuestro tiempo, tenía muy poca compasión para la persona común. Freud escribió en 1918, “He encontrado que es muy poco lo bueno que hay en un ser humano. En mi experiencia, la mayoría de ellos son basura, no importa cuál sea su creencia ética, o si no tiene creencia alguna, la mayoría de la humanidad es sencillamente basura.” Freud murió sin amigos. Cuenta este profesor que este maestro del psicoanálisis rompió relaciones con cada uno de sus seguidores. Su final fue muy amargo. Comentario extraído del Diccionario de anécdotas e ilustraciones. DICANE

Su boca está llena de maldición y de amargura. Romanos.3:14…Pablo declara que la boca de los hombres está llena de maldición y de amargura, y es que sabemos que cuando el ser humano no tiene ningún temor de Dios, puede hablar, hacer, o pensar lo que le dé la gana….En los primeros capítulos de la carta a los romanos, encontramos una de las confrontaciones más poderosas escritas por este hombre precioso de Dios, el apóstol Pablo, cuando él dice que no hay justo ni aun uno, que tanto judíos como gentiles estamos destituidos de la gloria de Dios, a causa de nuestros pecados y transgresiones, que la única manera de alcanzar la gracia, la justificación, y por lo tanto la salvación, es solo a través de nuestro precioso Señor Jesucristo…cuando Jesús no es el Señor de nuestras vidas, nuestro corazón y por lo tanto nuestra boca está llena de inmundicia, lo cual solo puede ser lavado y limpiado a través de un encuentro personal con Jesús y la palabra de Dios…los seres humanos podemos llegar a ser grandes personalidades, en cuanto a la psicología, la astrología, la ciencia, la física, la medicina, etc., pero probablemente con un corazón muy lleno de amargura y desesperanza a la vez…el hombre más sabio de todos los tiempos, el rey Salomón, dijo;  Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado.

No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne. El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Ecleiastes. 12:12-13…el rey Salomón, después de haber vivido una vida de excesos, termino diciendo que todo lo que había debajo del sol, era vanidad de vanidades y aflicción de espíritu…

Querido amigo, y es que la verdad es que si nuestra vida, y trabajo, o ministerio no está siendo guiado por el Señor Jesucristo, si nuestra inspiración no está viniendo del Espíritu de Dios, lo que estemos haciendo, o desarrollando, tarde o temprano terminara por cansarnos o decepcionarnos, llenando así nuestro corazón de raíces de amargura…sabiendo que esto lo que hace en nuestro ser es enfermarlo, secarlo, hasta el grado de llevarnos a padecer enfermedades  que causan mucho sufrimiento…como la artritis, el cáncer, problemas gástricos, y otros…el rey David dijo en el Salmo.32:3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día….

David, conocía el secreto para poder vivir una vida plena, y era la confesión de pecados…pero aun conociendo el secreto, algunas veces lo olvidaba, y las consecuencia del pecado venían sobre su cuerpo…en este mismo salmo 32, dos versículos más adelante dice; Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado…todos los seres humanos sobre la tierra, cristianos o no cristianos, podemos llegar a caer en este mal, la amargura…la causa, el dejar atrapado dentro de nuestro corazón, pecados no confesados, y no solo no confesados, sino también, no perdonados…sabiendo que el único que tiene la potestad y poder para perdonar todas nuestras faltas, es el Señor Jesucristo, quien murió en la cruz para perdón de pecados de toda la humanidad.

El salmo 103 dice; Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila…este es el propósito de Dios, para la vida de toda la humanidad, pero para obtener esta gloriosa promesa, es necesario recibir a su único Hijo, al Señor Jesucristo como Señor y Salvador, sabiendo que esto solo será el principio de todo, ya que a partir de ese momento, entramos en un proceso de restauración a través de la Palabra de Dios…ahí en ese proceso, seremos mudados y cambiados, porque cuando somos expuestos a los principios de la palabra de Dios, toda raíz de amargura es removida, y arrancada por la mano poderosa de nuestro Señor…

Jesús dijo en Mateo.15.2, que Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada…ante la verdad implantada a través de la Biblia, todo argumento, estigma, raíz, forma de ser, es derribada…dando lugar así, a un nuevo sistema, a nuevos principios, cambiándonos de adentro hacia a fuera, quitando lo viejo, cambiándolo por lo nuevo…

Una vez más, el rey Salomón dice en Eclesiastes. 12:1  Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento…solo hay una manera de terminar en paz nuestros días en esta tierra…y es recibiendo a nuestro Señor Jesucristo como nuestra única y verdadero camino de salvación.. Antes de que sea demasiado tarde…los días difíciles de la vejez, de la enfermedad, de la necesidad, llegaran tarde o temprano a nuestra vida…la diferencia de cómo los recibiremos la marcara lo que haya en nuestro corazón, con Cristo o sin Cristo…. Su boca está llena de maldición y de amargura. Romanos.3.14

Querido amigo, como siempre dos alternativas, terminas tus días con tu boca lleno de maldición y amargura, o permites que Jesús limpie tu tierra..
! Tú decides ¡

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Elsa de Morán