“Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía y ven” Cantares 2:10

 

En la vida de los enamorados no hay voz más hermosa que la del ser que se ama.  Esa voz llena y toca las fibras internas del ser.

Hoy quiero escuchar la voz de amado y mi amado es el Señor Jesús quien siempre habla directamente a mi corazón.  Sé que su voz llega a mi para decirme: Levántate.. Sí, porque tiendo a quedarme reposado y solo disfrutar del descanso que él me ha dado cuando el Señor quiere que también me levante para entrar en su actividad.   Me invita a levantarme porque estoy tentado a quedarme reposado en los hoyos de la mundanalidad.

El amado de mi alma me habla hoy y escucho que me dice: Levántate….Sí, porque él quiere que me levante de posiciones en las que intento disfrutar de amores inferiores, de caminos más bajos y aspiraciones meramente humanas.  Me invita a levantarme porque el Señor quiere que le acompañée en el camino de sus propósitos.  Su amor está expresado en la frase de Cantares, Amada mía, término que usa para la iglesia y yo soy parte de la iglesia, entonces esa expresión que dice: mía….Su amor es quien invita y en su amor hoy puedo gozarme.

Si el Señor me ama como lo expresa en Cantares y me ha levantado en su amor y misericordia, entonces para que me quedo acampando en las tiendas bajas de esta vida.  Él me busca y quiere llevarme más allá de la vida exteriormente religiosa, vida que aún no entiende ni comprende la vida más alta y sublime…sí ya escucho su llamado melodioso, su llamado viene de más allá de la tormenta y llega su voz para darme descanso luego del duro trajinar de las últimas horas.  Levántate…me repite y entiendo que él quiere sacarme del hoyo cenagoso de mi vida y del camino tortuoso y difícil  para darme seguridad y descanso y hoy lo quiero disfrutar.

Sé que si oigo su voz y la obedezco mi vida entra en una nueva dimensión, la dimensión del Espíritu.  Hoy no quiero estar tan absorbido por la vida que no sea capaz de escuchar esa dulce y tierna voz.  Mi alma lo anhela y mi corazón lo desea, porque su voz es tierna y llena en lo profundo del ser.

Señor, Gracias por tu voz tan hermosa y dulce que realmente llena mi espíritu.  Hoy es un día en que oiré muchas cosas, pero te pido Señor que jamás me deje envolver por los ruidos mundanales que pierda la oportunidad de escuchar tu voz que me invita a levantarme y caminar por un sendero más íntimo.   Ruidos hay muchos en el mundo en que vivo, pero voz tierna y reconfortante solo la tuya y hoy quiero escucharla nuevamente y obedecerla.  Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com