Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. Mateo 20:7.

Sí, aun para los viejos hay trabajo en la viña de Cristo. Aun cuando sea la hora undécima, nos permitirá trabajar.
¡Cuánta misericordia! Sin duda alguna, aun los ancianos deberían apresurarse para aceptar esta invitación. Cuando los hombres se hacen viejos, nadie los acepta como trabajadores; van de casa en casa; mas cuando los dueños ven sus canas, mueven la cabeza y los despachan.

¡Sin embargo, Jesús acepta a los ancianos y les remunera con buenos sueldos! ¡Cuán grande es su misericordia! Señor, ayuda a todos los hombres de edad madura para que sin demora se alisten en tu servicio. ¿Pero dará el Señor un salario a los que están fatigados por los años? No lo dudes. Él asegura que te dará lo que fuere justo si trabajas en su campo.  

Recibirás aquí la gracia y allí la gloria. Él te concederá consuelo en esta vida y el descanso en la otra; fortaleza suficiente mientras vivas y una visión de gloria cuando sobrevenga la noche de la muerte. Todo esto dará el Señor gratuitamente tanto a los que se han convertido a última hora, como a los que se convirtieron en la juventud.

Esta gracia quiero anunciarla a todos los no convertidos, sean ancianos o ancianas, y pedir al Señor que los bendiga por amor a Jesucristo. ¿Dónde hallaré estas personas? Las buscaré para anunciarles con cariño estas buenas nuevas.

Hoy es un día hermoso para servir a Dios con el alma y saber que él no es injusto para recompensar.

Señor, Gracias por darme la oportunidad de servirte con mi corazón, sabiendo que el trabajo en tu viña no es en vano. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro de Cheques del Banco De La Fe.