“Regocijaos en el Señor siempre.  Otra vez digo: Regocijaos”  Filipenses 4:4

Wendell  Holmes una vez dijo,” Yo no podría haber entrado en el ministerio si ciertos clérigos que yo conocí se hubieran mostrado y actuado como empleados funerarios. Robert Louis Stevenson una vez escribió en su diario, como  si él grabará un fenómeno extraordinario, escribió esto: ” Yo he estado a la  Iglesia hoy, y no es deprimido.  ”

¿Tiene Ud. algún celo y entusiasmo para la vida?  …  por  su trabajo diario?  …  ¿ por la devoción?  …  ¿ por el   servicio Cristiano?  Yo he conocido algunos amigos que eran   siempre negativos sobre todo.  A pesar de las buenas cosas que habían sucedido en sus  vidas, ellos no se sentían entusiasmados , siempre encontraban una razón  para estar o sentirse melancólicos o indiferentes a algo. Creo que uno de los más grandes pecados de muchos Cristianos hoy es  su carencia de entusiasmo acerca de su relación con el Señor y con la  Iglesia.  De hecho, muchos Cristianos son simplemente apáticos.   Hoy yo no quiero ser ni indiferente, ni melancólico ni apático.

Yo vi un aviso hoy que decía:  ¿”Cuál es la definición de   apatía? ”  Es la manera en que mucha gente se proyectan a sí mismos sobre una base diaria.  En el verso de hoy, acerca de Regocijarse en el Señor siempre y otra vez… en Regocijarse, el Apóstol Pablo tan lleno de entusiasmo, aun cuando se encontraba en una cárcel, recomienda y ordena a los Filipenses, que no se olviden de regocijarse o proyectarse así mismo en la base  diaria del regocijo.  delicados-regocijare8

El regocijo del cual habla Pablo viene directamente del Dios de todo regocijo.  La vida cristiana no es ni aburrida ni triste, es al contrario un manantial de gozo, porque Dios es nuestra fuente de gozo.  Cuando usted da regocijo ese regocijo engendra más regocijo, cuando da entusiasmo eso engendra más entusiasmo.

Hoy quiero comenzar este día con gran entusiasmo y regocijándome en el Señor.  Pido al Señor que me dé hoy de su energía entusiasmante para poder derramar ese regocijo sobre todos los seres humanos con quienes entraré hoy en contacto e influir sobre ellos con el regocijo del Señor y que así ellos puedan ver al Señor en cada experiencia de hoy.  Que tanto ellos como yo podamos llevar ese regocijo al trabajo, a la escuela, al mercado y por la calle y sobre todo poder compartirlo hoy en medio de la familia.  Hoy estoy dispuesto a ser contagiado con el regocijo del Señor y a la vez contagiarlo.

Señor, gracias por darme tu entusiasmo y tu regocijo.  Hoy quiero ser un instrumento de regocijo donde quiera que tú me lleves.  Se que hay suficientes motivos para regocijarme en ti.  Tú eres la razón de mi gozo y la fuente de mi regocijo.  Quiero tocar la vida de otros con el regocijo que me has dado.

Dr. Serafìn Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com

devocional gracias