¿Quién es el hombre que teme al SEÑOR? Él le instruirá en el camino que debe escoger. En prosperidad habitará su alma, y su descendencia poseerá la tierra. Los secretos del SEÑOR son para los que le temen, y Él les dará a conocer su pacto. — Salmos 25:12-14

La súplica del Señor por nuestra atención es otra de las formas en las que Él busca lo mejor para nosotros. Él no les dice lo mismo a todos.

Aunque todo el mundo puede “oír” acerca del Señor cuando escuchan la majestad de Su creación, y hasta lo “oyen” en sus conciencias, la gran mayoría de las veces, sólo Sus hijos consiguen recibir palabras específicas. Es uno de los grandes privilegios que nos han sido concedidos.

El consejo secreto del Señor será tuyo, revelándote la verdadera información sobre las decisiones a tomar .
Estos consejos secretos del Señor, dirigidos por Su voz y Espíritu, llegarán a ser una de las señales más distintivas de tu vida.  Cuando las personas vean cómo vives y las decisiones que tomas, sabrán que hay algo diferente en ti.  Tienes una perspectiva e interpretación de la vida que ellos carecen.

Tú sabes cosas que ellos no pueden saber porque eres uno de los hijos de Dios andando en Sus caminos y escuchando Sus consejos .

Ciertamente eso significa que tendrás un sentido de lo bueno y lo malo diferente al de los que te rodean, pero la finalidad principal de escuchar a Dios y obedecerlo va mucho más allá de tener un nivel más elevado de moralidad. Así como seguramente las personas se maravillaban por los discípulos que eran hombres sin preparación, pero luego percibieron que “habían estado con Jesús,” también las personas se impactarán por tu sabiduría, una sabiduría que no viene de tus habilidades naturales, sino la que viene del ser guiado por el Señor .

Él planea instruirte y entrenarte con Sus palabras como lo hace un buen padre, “para nuestro bien”, para que puedas llegar a ser cada vez más como Él. Lo que los buenos padres hablan con sus hijos va más allá de enseñarles sobre el bien y el mal.

Sino que esto es lo que les mandé, diciendo: “Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo, y andaréis en todo camino que yo os envíe para que os vaya bien.” — Jeremías 7:23

Al ver la confianza de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que eran hombres sin letras y sin preparación, se maravillaban, y reconocían que ellos habían estado con Jesús. Hechos 4:13

Hoy se que el me enseñará y estaré atento a su voz.

Gracias Señor por instruirme en medio de las turbulencias de la vida. Te escucharé en medio de la oración. Amén.

Dr. Daniel A. Brown.
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