Y les dijo Jesús: venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.  Marcos 1:17.

Sólo siguiendo a Jesús podremos satisfacer el deseo de nuestro corazón, y ser verdaderamente útiles para nuestros semejantes. ¡Oh si fuéramos pescadores útiles para Jesús! A buen seguro que sabríamos sacrificar nuestras vidas para ganar almas.

Pero muchas veces somos tentados a emplear medios que Jesús nunca empleó. ¿Cederemos a la tentación del enemigo? Si así obramos, tal vez logremos salpicarnos con el agua, pero nunca cogeremos peces. Si queremos salir airosos, es necesario seguir a Jesús. Los métodos sensacionales y efectistas, las diversiones y otras cosas análogas, ¿son a propósito para ir en pos de Jesús? ¿Creemos que el Señor Jesús, para salvar a las almas, emplearía los medios que tan en boga se hallan hoy? ¿Cuál es el resultado? 

Seguramente que no será de aquellos que puedan ser admitidos en el día del juicio. No podemos salirnos del método estricto de la predicación; tal fue el método de Jesucristo nuestro Maestro; porque sólo así se salvan las almas. Debemos predicar su doctrina y proclamar su evangelio completo y gratuito, porque esa es la red en la que se cogen las almas.

Hemos de poner en la predicación su ternura, su confianza, su amor; ahí está el secreto del éxito en los corazones de los hombres. Hemos de trabajar con su divina unción y con la participación del Espíritu Santo. De este modo, caminando en pos de Jesús, y no delante de Él, ni lejos de Él, seremos pescadores de hombres.

Hoy el llamado del Señor se escucha en mi alma. El me quiere hacer un pescador de hombres.

Señor, respondo a tu llamado porque es ineludible. Me acerco con devoción y obediencia. Amèn.

Charles Spurgeon
Libro de Cheques Del Banco De La Fe.