Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida. Oseas 11:4

Es Amor de Dios es Vulnerable (darse de Sí por completo)—

Nadie ha sido más rechazado con más frecuencia o con más intensidad que Dios. A pesar de que nos damos la media vuelta y nos alejamos de Él o rehusamos abrir nuestros corazones para escucharlo, Él no levanta defensas contra nosotros y sabe que lo más probable es que lo rechacemos otra vez.

Lo dejamos esperando cuando Él quiere comunicarse con nosotros; no le hacemos caso; le decimos que no queremos hablar con Él hoy. Aún así Él se ofrece a nosotros y siempre está listo para ayudarnos sin reproche o indignación.

El Amor de Dios es Esperanzado (entusiasmado acerca del futuro)—

Dios siempre está esperando ansiosamente un gran futuro con nosotros. En anticipación a los tiempos por venir, Él nos confía cosas acerca de lo que tiene en mente. Su pensamiento de largo alcance nunca pierde de vista los días felices que tendremos con Él más adelante.

Tiene planes para nosotros y nuestro futuro.

Esos planes son para darnos una esperanza a la cual asirnos cuando nuestra situación actual sea dolorosa. Él dice: “…te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3).

El Amor de Dios es Duradero (solidariamente persistente, no frágil bajo presión)—

El amor de Dios es un fundamento de roca sólida que es tan resistente, tan fortificado, que sobrevive prácticamente a todo lo demás en la vida. Puede resistir el peso de cargas increíbles de basura, las cosas que normalmente terminan con las relaciones personales.

Nadie en la tierra podría tolerar el tipo de basura que hemos arrojado hacia Dios: mentiras, traiciones, inconsistencia y más. A lo largo de nuestros días y de todas nuestras necedades están Sus brazos eternos, envolviéndonos fuertemente en un abrazo amoroso (Deuteronomio. 33:27).

El Amor de Dios es Constante (decididamente enfocado en un punto central, no errático)—

Dios ha determinado ser inmutable en Su amor por nosotros sin importar lo que hagamos. Su intención de amarnos abarcándolo todo, nunca terminará ni fallará. Su amor, como Su existencia, no tiene fin; es duradero.

Hoy, por lo tanto abrazaré esas facetas del amor de Dios.

Señor, Gracias por demostrarme tu amor de múltiples maneras. Me rindo ante tu amor con obediencia y adoración. Amén.

Dr. Daniel A. Brown.
Disfrute Tu Diario Vivir.