“Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren”. Juan 4:23

¿Qué es la adoración exactamente? ¿Cómo adoras a Dios? Probablemente el mejor lugar para comenzar es la explicación de Jesús a una mujer que tenía preguntas similares. Como veremos, Jesús estaba explicando aspectos de la adoración que hacen de ésta algo mucho más que un mero ritual y mucho más poderosa que un simple ejercicio físico.

Entre más nos damos cuenta de lo que en realidad está sucediendo mientras adoramos, más vamos a querer realizar la actividad para lo que fuimos creados por el Señor: traerle alabanza y honor a Él.

La educación cultural de la mujer a quien Jesús le estaba hablando le había enseñado que la adoración tenía que hacerse en un lugar especial y de acuerdo con una fórmula religiosa. Su religión decía que los verdaderos adoradores de Dios debían ir a una montaña santa para encontrarse con Él. Jesús le dijo que el entorno físico para nuestra adoración no es muy importante porque adoramos a Dios “en espíritu y en verdad” (Juan 4:23).

La adoración es una actividad espiritual que trasciende nuestros entornos físicos. Eso significa que no tenemos que hacer una peregrinación a un río santo o a un altar; no hay necesidad de viajar a montañas sagradas, seguir una dirección particular, o ascender a una cumbre elevada para “hacer contacto” con Dios.

Dios vive en la dimensión espiritual de la realidad. No está atado a ningún punto de la tierra, y no hay “zonas muertas,” como con los teléfonos celulares, donde no pueda recibir la señal de nuestra oración.

No tenemos que esperar hasta que podamos llegar al lugar correcto para poder adorar al Señor. Él es Señor sobre todo, y Su gloria llena toda la tierra .

Una de las diferencias entre las religiones de dioses falsos y la relación con el verdadero Dios tiene que ver con el acceso: cuándo, dónde y cómo podemos entrar en contacto con el Dios que adoramos. ¿Son más propicios ciertos días del año? ¿Hay rituales elaborados de purificación o concentración que deban seguirse con el fin de acercarse a Dios?

¿Debemos tener pertrechos tales como incienso o cuentas con el fin de encontrar el camino que nos lleva a Él? ¿Hay niveles de iluminación o  realización por los que debamos pasar en nuestra búsqueda espiritual que nos dirijan a Dios?

¿Qué te dicen acerca de cuándo, dónde y cómo adorar al Señor?

Toda la tierra será llena de la gloria del SEÑOR. — Números 14:21

Tuya es, oh SEÑOR, la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; Tuyo es el dominio, oh SEÑOR, y Tú te exaltas como soberano sobre todo. — 1 Crónicas 29:11

Hoy, disfrutaré adorar a Dios en espíritu y en verdad.

Señor, Hoy puedo adorarte en libertad en Espíritu y en verdad. Tú con amor recibes mi adoración. Amén.

Dr. Daniel A. Brown.

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