Unos ríen y otros lloran. Ríen los que al ver sus familia cimentadas en la roca disfrutan aún en medio de las tormentas de ver a los miembros de su familia abriéndose paso en la vida….Lloran los que parecen haber perdido la esperanza de contemplar una rayo de gloria en sus hogares.  Los índices de desajuste familiar parecen seguir creciendo.

Al tratar con muchas personas en consejería sobre la situación de familia, pareciera que existen dos tipos de familia. Una que destellan la Gloria y otras que parecen hundirse en la escoria.

Dos palabras sobresalen durante el desarrollo de esta temática. Una suena agradable y despliega en la mente un sentido de esplendor; la otra es un tanto discordante y expresa cierta repulsión. ¿Son acaso aplicables a la familia estos dos adjetivos?

Déjame compartir la definición de estas dos palabras.

Gloria en hebreo es kabowd que significa: “Peso, calidad, esplendor, honor, copiosidad”. Esa es la cualidad de nuestro Dios, y cuando Él hizo todo lo creado, incluyendo la familia, su intención era que reflejara ese peso, esa calidad, ese esplendor en la tierra. En griego es traducida doxa que significa: “dignidad, honor, reputación o condecoración, como las medallas puestas en el pecho de un militar”. Esa fue la intención de Dios. Que la familia fuese condecorada y con dignidad.

Algo sucedió en el huerto del Edén, no sólo fue la caída de la raza humana bajo el engaño del maquinador sino la ruptura de la gloria en la primera pareja, de kabowd y doxa, intercambiándola por la escoria.

Escoria: viene del hebreo ciyg que significa: “Basura, desecho, impureza sacada de la plata o el oro”. Dios no creó la familia para ser un desecho.

Establecer un paralelismo entre estas dos situaciones es muy interesante; podemos visitar  familias de la Biblia para rescatar la belleza de la gloria, en unas, y el desecho, en otras, de manera que podamos tomar de un lado y del otro lo que se pueda integrar a nuestras relaciones y lo que es necesario desechar.

Estamos entrando en una etapa de renovación de la familia, y el Espíritu Santo volverá sobre nosotros con la promesa que dice “La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera” para ser aplicada en nuestras familias.

Quiera Dios que podamos entrar en su gloria con un corazón dispuesto, para que esa gloria o peso aplaste nuestro orgullo y nos levante con la reputación y el honor que Dios quiere dar a nuestros hogares.

Los únicos goces puros y sin mezcla de tristeza, que le han sido dados sobre la tierra al hombre, son los goces de familia.
Giuseppe Mazzini (1805-1872). Político italiano.

Por esta razón me arrodillo delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra. Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser.
Efesios 3:14-16

Regresaremos con más de este tema.

Introducción del libro: Familia de Gloria o Familias de Escoria.
Autor: Dr. Serafín Contreras Galeano.