El ser humano fue creado por Dios en una forma integral, y por lo tanto, debe ser cuidado en una forma integral. Si el cuerpo está sufriendo de trastornos alimentarios, el alma y el espíritu son afectados, o si cualquiera de las otras partes sufre, las demás sufren también.

Las palabras de Jesús en Jn. 16:33 En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo”, nos alientan, pues sabemos que como parte de la raza humana, tendremos que enfrentar aflicciones físicas, emocionales y espirituales. Pero, para poder sobrellevarlas, necesitamos la intervención de Jesucristo quien experimentó dolores y angustias, y él es el único capaz de entender lo que pasa en lo más profundo de toda persona en este mundo y sabe cómo ayudar. Podemos contar con el poder de su fuerza, sus promesas y el auxilio del Espíritu Santo.

Quiero llamar su atención para reflexionar acerca de los trastornos de la Anorexia y de la Bulimia.

Anorexia: (significa “sin apetito”): Es un trastorno de la conducta con desviaciones en los hábitos alimentarios que se expresa por un rechazo contundente a mantener el peso corporal en los valores mínimos aceptados para una determinada edad o estatura.

Bulimia: (significa “hambre de buey”): Es la ingestión rápida de una gran cantidad de alimento en un periodo corto de tiempo, seguida de la provocación del vómito, y/o del uso en forma indiscriminada de diuréticos y/o laxantes y/o ejercicio excesivo con el fin de anular el efecto de los alimentos consumidos.

Anorexia: Este padecimiento no se aparece de la noche a la mañana y algunas actitudes que parecen ser muy sanas como empezar a cuidar su alimentación, hacer ejercicio, tomar más líquidos, se vuelven cada día, mas y más exageradas hasta llegar al deterioro físico y mental.

Bulimia: Se caracteriza por episodios de atracones de comida y después se provocan el vómito o el uso de laxantes o diuréticos en cantidades de hasta 20 pastillas durante el día.

Tratamiento: El tratamiento idóneo es combinar de manera integral el tratamiento médico, el tratamiento nutricional, el tratamiento psicológico y el tratamiento de fisioterapia y buscar la ayuda espiritual.

Conductas de Prevención para los Padres:

• Aprender a reconocer y expresar los sentimientos.
• Aprender a aceptar que nadie es perfecto y que todos cometemos errores.
• Aprender a expresar sin temor nuestro cariño y nuestra aceptación a los hijos.
• Saber escuchar y tratar de entender el mensaje de nuestros hijos.
• Estar alerta a las actitudes y conductas de nuestros hijos y en caso de detectar algún cambio, proceder con cautela y confianza hacia ellos, para
detectar el origen del mismo.
• No ridiculizar ni hacer bromas acerca de la forma de vestir o de la figura o del peso de otras personas.
• Procurar hacer comidas en familia, todos juntos para promover la interacción familiar, dedicándole el tiempo suficiente en un ambiente tranquilo y
agradable.
• Establecer un horario de comidas.

El enemigo de Dios y de los hombres, trata de estropear los planes perfectos de Dios e incita a las personas a desobedecer a su Creador. Una de las tácticas satánicas es destruir el cuerpo que es el templo del Espíritu Santo y las personas lejos de Dios, caen en destrucción y lazo.

La Biblia dice: “Sin mi nada podéis hacer” Juan 15: 5.

“Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar” Mt. 11:28.

Al llegar a una comprensión y aceptación de quienes somos, para qué estamos aquí y hacia dónde vamos, muchos problemas físicos se resolverán.

Romanos 12:1,2. “Así, que hermanos os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

Si cambia su manera de pensar cambiará su manera de vivir.

Dios te bendiga,
Su hermana y amiga,
Alva Vargas de Contreras.