A medida que alabas a Dios, descubrirás que se calma el dolor asociado con un incidente o situación.

Él es el Señor de señores, eso incluye cualquier cosa que trate de señorearse de ti.

Salmo 28: 1-3

Bendice, alma mía, al Señor,

y todo mi ser bendiga su santo Nombre.

Bendice, alma mía, al Señor,

y no olvides ninguno de sus beneficios.

El perdona todas tus iniquidades,

y sana todas tus dolencias.

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