órganoCuál es el órgano sexual más improtante?

 

«Pastor Ted, quiero mi libertad. Estas instrucciones bíblicas que usted afirma que protegerán mi alma no tienen mucho sentido para mí». Desearía tener un dólar por cada vez que escuché a alguien expresar algo así en mi oficina de consejería. De lo que no se dan cuenta es de que Dios no está solo protegiendo sus almas… ¡además está protegiendo sus órganos sexuales más importantes: sus cerebros!
La clave para la satisfacción sexual no se encuentra en nuestras glándulas sino en nuestras cabezas. Por consiguiente, las raíces de la esclavitud sexual se encuentran en la forma de pensar. El órgano sexual más importante es el cerebro.
No sé si alguna vez ha pensado en esto, pero ¿no es asombrosa la forma en que recordamos ciertos sucesos de nuestras vidas y nos olvidamos por completo de otros? Por ejemplo, ¿puede recordar qué almorzó hace cinco años un día como hoy? Yo no puedo. Sin embargo, podemos recordar casi cada detalle de un incidente en el cual alguien nos avergonzara terriblemente hace cinco años.
Una de las diferencias entre estos dos sucesos es la profundidad de su impacto sensorial. ¿Cuántos de nuestros sentidos estaban involucrados y cuán profundamente? La vergüenza involucró todos nuestros sentidos, y además fue resaltada por un fuerte flujo de adrenalina. Queríamos pelear o correr en respuesta a la vergüenza que experimentábamos.
Cuando estoy leyendo un buen libro, siempre tengo un marcador en la mano para poder resaltar alguna información específica que quiera encontrar con rapidez en el futuro. De forma similar, nuestro cerebro resalta químicamente ciertos sucesos por remisión instantánea, separando lo trascendente de lo insignificante.
Uno de los aspectos principales de la actividad sexual es la fuerte liberación de adrenalina y endorfinas, por lo cual los sucesos sexuales quedan marcados en el cerebro. Estos sucesos son memorables porque vienen una y otra vez a nuestras mentes, aun afectando nuestras mismas percepciones de la vida y la forma de tratar con el presente. Esta es la segunda razón por la cual la batalla sexual puede ser tan severa para algunas personas.
Muchas veces en la oficina de consejería he escuchado declaraciones como: «Pastor, no estoy solo con mi esposa en la cama». Estos hombres están atrapados por repeticiones mentales.
Representaciones de la actividad sexual pasada se inmiscuyen en el presente, un clásico síntoma de alguien que vive en esclavitud sexual.
“La adicción sexual no es simplemente una lucha sobre una perspectiva mental; ella afecta la misma imagen de Dios, así como la profundidad del alma de un hombre”.
Lo raro sobre todo este proceso es la sutileza que emplea el infierno para atrapar a la gente. En nuestra sociedad, donde la pornografía se ha convertido en una forma de vida, el dragón ejerce su oficio con impunidad. Uso el término «dragón» muy a propósito. Primero, es una descripción bíblica de nuestro adversario espiritual; pero además descubrí una parábola hace unos años que ha sido muy eficaz ayudando a los hombres a comprender por qué se encuentran en semejante lío, y cómo pueden salir de todo aquello. La adicción sexual no es simple- mente una lucha sobre una perspectiva mental; ella afecta la misma imagen de Dios, así como la profundidad del alma de un hombre.

 

No es solo un problema del cerebro izquierdo; también se involucran imágenes del cerebro derecho.
Dr. Ted Roberts.
Deseo Ser Puro.
Ministerio Internacional Deseo Puro
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