“El mayor desfallecimiento de nuestra vida es cuando vemos a nuestros amados y cercanos afectados o cautivos. Alguien que conoce el poder de la Familia y la amistad y no descansará hasta tratar de romperla. El Desfallecimiento tiene un poder capaz de aniquilar el último aliento de la vida. El Espíritu Santo mora dentro de nosotros para romper el poder del desfallecimiento e inyectar su energía”. Serafín Contreras G.