Devocionales IntegridadLa sanidad, de cualquier adicción, nunca puede tener lugar hasta que las actitudes de negación sean arregladas. “Pero usted no comprende mi situación”, es un comentario que escucho frecuentemente en la oficina de consejería. Es verdad que yo no puedo comprender totalmente su situación particular debido a mis limitaciones humanas, pero Dios si lo hace. Y Dios no puede involucrarse hasta que empezamos a enfrentar el hecho de dónde estamos. Eso es todo sobre lo que David clama en el salmo 32.

“Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir todo el día … pero te confesé mi pecado y no re oculté mi maldad. Me dije, “Voy a confesar mis transgresiones al Señor” y tú perdonaste mi maldad y mi pecado.” (Salmo 32: 3,5)

Pero el Señor hizo más que perdonar a David, El empezó a enseñar a David sobre el camino fuera del hoyo que había cavado para sí mismo.

“Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti. No seas como el mulo o el caballo, que no tienen discernimiento y cuyo brío hay que domar con brida y freno para acercarlos a ti. Muchas son las calamidades de los malvados, pero el gran amor del Señor envuelve a los que en El confían.” (Salmo 32:8–10)

¡Qué promesa tan fenomenal! Dios nos traerá a un punto de entendimiento sobre nuestras luchas relacionadas con el tema del sexo y nuestra sexualidad. Nosotros no somos sólo animales. Podemos hacer elecciones para llegar a la integridad. Podemos estar fuera de control ahora mismo, pero cuando le pedimos al Señor que abra nuestros ojos con respecto a nuestra adicción, El promete no sólo dirigirnos a la integridad sino también darnos Su inagotable amor. Nuestra parte es admitir que no podemos ganar esta pelea por nosotros mismos, o manejar la negación nosotros mismos. Y el primer paso hacia deshacernos de la negación y engaño es admitir que necesitamos la ayuda de Dios.

Siendo Específicos

Dado que usted está leyendo este árticulo, es probable que usted esté luchando con las adicciones sexuales o tratando de adquirir sabiduría para ayudar a otros. Ahora quiero hablar específicamente a aquellos que están intuyendo el impacto de la adicción en sus propias vidas.

Primero que todo, estoy principalmente hablando a hombres adictos al sexo, no ha personas que están tratando con una “adicción de amor.” Hombres y mujeres tienden a luchar con diferentes temas en la adicción cuando llegan al involucramiento sexual.

En un estudio divulgado en 1993, Carnes, Nonemaker y Skilling (1) informaron que encontraron diferencias de sexo importantes entre los adictos del sexo. Descubrieron que los hombres adictos del sexo, en general, tienden a volver objetos a sus parejas, y parecen preferir el comportamiento sexual que involucra la relativamente poca participación emotiva.

Las mujeres adictas del sexo, de acuerdo con el estudio, tienden a usar el sexo para obtener poder, control y atención. Las mujeres tienden a funcionar más en un papel sexualmente co-dependiente. Los adictos sexuales tienden a usar las relaciones para tener sexo, mientras que las co-dependientes del sexo usan el sexo para tener relaciones. Nuestro enfoque en este folleto es ayudar a los adictos sexuales hombres.

Ahora, el término “Adicto del sexo” es un término difícil de aceptar. Nosotros lo usamos como un término gracioso porque es muy ofensivo, o negamos la posibilidad de que alguna vez podríamos ser tal persona, a pesar de las crecientes pruebas alrededor de nosotros. Pero una vez más, puedo apuntar el hecho crítico de que nunca podemos llegar a la integridad hasta que nosotros sinceramente, ante Dios, comprendamos dónde estamos. Esa es la razón por la cual yo le estoy pidiendo a usted que tome este primer paso hacia experimentar la libertad que Cristo tiene para usted.

Integridad es ser de una sola pieza y ya no más usar máscaras, sino abrir el corazón y aditir que se necesita ayuda y entonces y solo entonces podremos encontrar la salida de la cárcel sexual en la que nos encontramos.

Dr. Ted Roberts.
www.puresedire.org
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