La vida es dura. No es justa. El seguir a Dios no hace que la vida  sea fácil ni necesariamente más fácil. El seguir a Dios, no obstante, si trae propósito a, y en las dificultades.

En este pasaje, Jesús hace unas declaraciones sobre el matrimonio y los bienes materiales que simplemente señalan la dura realidad sobre ambos temas. Los discípulos se desaniman tanto por estas realidad que están listos a renunciar al matrimonio y a la posibilidad de la salvación. Jesús responde a sus desánimos con otra realidad, siendo esta realidad aún más importante que las otras. El continuó diciéndoles, “—Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, mas para Dios todo es posible”. (Mateo 19.26) Acá están los hechos. La vida ES dura. El matrimonio es duro. Levantar una familia es duro. El escoger seguir a Dios en vez de seguir la riqueza o prosperidad es duro. Encontrar y mantener un trabajo es duro. Esa es la realidad. Esa es TU realidad. Puedes respondes a estar realidad de varias maneras, puedes:

Intentar hacerlo todo por ti mismo, sólo para terminar cansado, quebrado, divorciado o frustrado. O….aceptas el hecho de que si pones a Dios en control de TODAS las áreas de tu vida, aún cuando las cosas sean duras, El te traerá sentido a todas esas cosas y las hará posibles, hará posible el solo vivir.

Puedes intentarlo por ti mismo y arriesgar cierto fracaso o intentarlo con la ayuda de Dios y ciertamente triunfar.

¿Sobre qué estas desanimado hoy? ¿Estás tratando de hacerlo todo por ti mismo? ¿Qué le has retenido a la mano de ayuda amorosa de Dios?

La Salvación solo es posible a través de El. Por lo tanto, también tiene sentido que el vivir el resto de tu vida, solo puede ser posible a través de El.

De Nuevo, tu escoges cual será.

“Si tal es la situación entre esposo y esposa —comentaron los discípulos—, es mejor no casarse”. Al oír esto, los discípulos quedaron desconcertados y decían: —En ese caso, ¿quién podrá salvarse? Mateo 19:10, 25

www.laarboleda.net