Y el SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea. Génesis 2:18

Ayuda Idónea – Cuando la Escritura utiliza una combinación extraña de palabras para describir algo tan importante como la Mujer, nos conviene prestar atención. Y no hay nada más extraño que la manera en que la Torá describe la creación de Mujer. Se le llama ayuda – “kenegdo”. Conocemos la primera palabra, “´ezer” (ayuda).

Definitivamente no quiere decir asistente. Viene de un contexto de ayuda militar, fortaleza y rescate. En algún sentido, hasta ahora sin identificar, la mujer “salva” al hombre (pero la mayoría de los hombres ya saben esto, aunque no lo quieran admitir). Pero ese es solo el inicio del juego.

El texto hebreo no utiliza la palabra “´ezer sola”. El concepto completo es el de “´ezer kenegdo”. Desafortunadamente, al añadir la palabra “kenegdo” solo aumentamos su opacidad. Eso sucede porque la palabra “kenegdo” solo aparece una vez en toda la Escritura, y es aquí.

La palabra raíz detrás de esta extraña combinación es “neged”. Pero este no es un sustantivo, verbo o adjetivo. Es una preposición. Esto sí que es extraño. Es como decir que “Havvah” (Eva) es una “ayuda antes” o una “ayuda delante de.”

El significado de la preposición sola (neged) se determina por el contexto. Cubre el rango de antes de, delante de, correspondiente a, contra u opuesto. Es aun más perturbador el hecho que aquí la preposición “neged” ha sido unida a “ki”, otra preposición que usualmente significa “cómo” o “así.”

Los comentaristas han luchado con ésta combinación. Es evidente que las palabras son de importancia crítica para la comprensión de la intención de Dios con Su creación de Mujer; pero muchos eruditos de la tradición cristiana tienden a tapar o ignorar la segunda palabra.

El comentario rabínico ubica un énfasis especial en la importancia de la combinación. Rashi sugiere que la conjunción de las dos preposiciones significa que  “´ezer” es tanto la que ayuda como la que se opone. Su rol es indeterminado.

Depende plenamente del contexto de la relación de pacto con su esposo. Si él es bendecido y justo, ella es ayuda. Si él no es bendecido e impío, ella es la que se opone. En otras palabras, es la enemiga perfecta.

Está perfectamente diseñada para actuar como la guía íntima para que el hombre permanezca conectado al Señor. Y es la oposición perfecta cuando su hombre siente la tentación de irse por su propio camino.

Como “´ezer kenegdo”, es tan abogada como castigadora. Está ontológicamente equipada para “conocerle,” por cuanto vino de él y está diseñada para completarlo. Ella carga las armas más poderosas conocidas por el hombre, capaz de atraerlo a ella de maneras que nadie es capaz de hacerlo.

Cuando realmente es “´ezer kenegdo”, protege a su hombre como nadie más. Pero esa responsabilidad gloriosa y ese poder sorprendente vienen con un riesgo aterrorizante.

Comprenderemos ese riesgo otro día. Mientras tanto, podemos comenzar a honrar el papel especial que Dios diseñó en cada mujer.
Dr. Skip Moen. Traducido por Betsy.
www.SkipMoen.com