“Muchos han sido los días que al amanecer parecen pesados y mi cuerpo y mi alma parecen no tener fuerza para enfrentar las demandas diarias.  Muchos de ellos han  parecido como atardeceres, porque las circunstancias del día anterior han empañado los cristales de mi vida.   Quiero meditar y sentir y pensar que aunque parezcan los días así,  puedo tener la bendición de  tener a Dios como mi ayudador y mi esperanza.  Cuando casi no puedo caminar, Dios llega a mi con su fuerza y poder y me levanta”. Serafín Contreras G.