Devocional Diario – “Estén siempre contentos.  Oren en todo momento”. I Tesalonicenses 5:16,17

La oración es el arte más antiguo de curar conocido por el hombre.  En la medida en que cada individuo tiene una experiencia verdadera de la oración dentro de si mismo pone en movimiento una fuerza tan extraordinaria y tan moderna como la energía nuclear.  La Biblia, está llena de grandes y positivas afirmaciones acerca de la verdad del amor y de la oración.  Sin embargo, el valor de la oración no solo es reconocida por la Biblia sino por otras fuentes tanto teológicas, filosóficas, educativas  , científicas o físicas.

Fray Giovanni en el año 1513 dijo:   No hay cielo que pueda venir a nosotros si nuestros corazones no encuentran sosiego en el presente.  Toma el cielo.  No hay paz en el futuro que no se esconde en el breve instante del presente.  Toma el cielo.  La vida tiene tanto sentido y significado, está tan llena de hermosura, pero está encubierta y así podrás hallar la tierra pero oscurecer el cielo.

La oración trae el cielo a la tierra con todas las respuestas a las preguntas de acá abajo.  John Smith dijo: El hombre está dentro de su mente y no puede escapar de ella.  Como sean los mismos hombres, así Dios mismo les parecerá a ellos.  Por ello la oración me sana adentro para encontrarme con el Dios verdadero de los cielos.

Geral Maleyy, Jesuita ingles de 1889 dijo: “Hay un mundo entero dentro de ti. Allí habitan dragones, allí echa raíces el pecado.  Pero tu voluntad es la ley de ese pequeño imperio”.  Por ello hoy puedo de decir si hoy tomo la decisión de practicar la oración, hoy estaré contento y el poder de Dios en respuesta a la oración domará todos esos dragones internos y secará las raíces de ese pecado.  El Místico alemán Johannes Eckhart dijo en 1327.  “La gente debe pensar mucho menos acerca de lo que debe hacer y mucho más acerca de lo que debe ser.  delicados-contento7b

Si su ser es bueno, sus acciones brillarán por su bondad”.  Grande palabra. Hoy creo que la oración me lleva a lo que debo ser y no simplemente a lo que debo hacer.  Porque la oración me confronta con  la verdad y toda verdad exige un cambio.

Señor, hoy quiero estar contento y orar en todo momento, porque en la oración no solo me encuentro contigo sino que me encuentro conmigo mismo. Tu verdad me confronta con amor. Hacia donde puedo ir y encontrar reposo sino es en el dulce santuario de la oración. Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com

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