Otro lindo dato referente a las costumbres y leyendas de la época de Jesús, se ve en el pasaje de Juan 11:9 el texto dice: “Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba”.

Al ver este pasaje de la escritura, que el retraso voluntario fue de dos días, no tiene sentido haberse quedado todo este tiempo cuando recibe la noticia de que su amigo Lázaro estaba enfermo. Cualquiera saldría muy rápido para ver a su amigo. Pero Jesús conocía la creencia judía que decía que si alguien moría, su espíritu andaba rondando por tres días, y tal vez podía regresar a el muerto

Jesús cuando recibe la noticia del mensajero, resulta que el cuerpo de Lázaro llevaba ya un día de muerto, más dos días que se queda Jesús, ya sumaría tres, y Jesús pone un día para llegar donde estaba Lázaro ya suman en total cuatro días, (por eso dice el versículo 17 que Lázaro llevaba cuatro días en el sepulcro), esto hace que la cantidad de días ya no puedan sospechar que el muerto revivió por causa de que el espíritu regresó al cuerpo, así podrán creer el milagro por causa del poder de Dios y no por su supuesta creencia.

Esta creencia la citan dos muchachos que iban camino a Emaus y se ponen a conversar con Jesús sin saber que es El. Lucas 24:21 dice: “Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido”.