“Una persona exitosa es aquella que puede hacer cimientos sólidos con los ladrillos que otros le han arrojado.” David Brinkley

Una persona me escribió y me preguntó:

“¿Cómo hago para tener un buen año? Cada mañana me levanto con buenas expectativas, creo que  voy a tener un buen año, de repente suceden problemas y termino pensando que soy un perdedor o un fracasado, que nunca podré tener un buen año.”

La situación de esta persona es igual a la de muchas personas que en vez de estar viviendo sus sueños están viviendo pesadillas en sus matrimonios, en sus negocios, en sus trabajos o en sus finanzas, para ellos la vida ha sido demasiada dura. Generalmente este tipo de personas viven en la queja, hablan mal, piensan mal, escuchan mal, todo lo ven mal y creen que sus problemas no tienen solución.

Los problemas son parte de la vida. Cada día vamos a enfrentar problemas, cada día surgen obstáculos tratando o impidiendo que hagamos nuestro cometido. Los problemas fueron creados para resolverlos, así que todos tienen solución. La clave como les he escrito en otras ocasiones es hacerse las preguntas correctas, romper con los paradigmas de aquello que nos ha paralizado durante mucho tiempo, de lo que no se puede.

Es tiempo de que comiences a ver los problemas como una bendición para tu vida, si buscas el lado positivo te aseguro que encontraras lecciones interesantes de la vida.

Se dice que: Un carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y le hizo perder una hora de trabajo y después su antiguo camión se negó a arrancar. Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.
Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dió un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta el coche. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.
“Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó
“Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez”
”Lo divertido es”, dijo sonriendo, “que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior”

¿Qué podemos aprender de esta lección? De seguro hay muchas enseñanzas, mi favorita es que los problemas son inevitables y yo elijo que hago con ellos. ¿Y tú que puedes aprender?

Me gustaría recordarte los cinco pasos para la solución de problemas, no dudo que existan más, pero estos te ayudaran a sentirte todo un ganador y hacer de este año el mejor de tu vida:

 

1. Descubre claramente cuál es el problema. A veces lo que tú crees que es el problema no es el problema. Hazte preguntas: ¿Qué es lo que está mal? ¿Cuál es el problema que estamos tratando de resolver? ¿Cuál es mi responsabilidad en el problema? Sea específico, no des vueltas ni caiga en suposiciones.

2. Coloca una meta específica. ¿Qué me gustaría que ocurriese? ¿Cómo te ves con el problema resuelto?

3. Expande tu imaginación. Piensa en todas las ideas que sean posibles para solucionar el problema. Piensa en posibilidades. Has muchas preguntas. Olvida la “crisis” por un momento y diviértete pensando como sería tu vida sin ese problema, pregúntate ahora: ¿Qué me falta para solucionar el problema? ¿Qué me impide solucionarlo? ¿Qué recursos tengo? ¿Quién puede ayudarme?

4. Toma acción sobre tus pensamientos. Una vez encontrado lo que falta para solucionar el problema, diseña un plan de acción que te lleve a esa vida que quieres lograr. No te quedes en el papel. Haz lo que tengas que hacer: perdonar, amar, servir, honrar, disciplinar, perseverar, pagar, trabajar. No te rindas hasta ver tu problema resuelto. No solo digas que lo vas a hacer, hazlo ahora.

5. Adquiere sabiduría. La sabiduría viene de Dios y a El debemos buscar para que nos ayude en los primeros cuatro pasos. Separados de El nada podemos hacer. Proverbios 4:5-9

Con estos 5 pasos te convertirás en un solucionador de problemas y podrás hacer de este año el mejor de tu vida. Si necesitas ayuda te invito a escribirme a [email protected],  donde estaré respondiendo cada una de las inquietudes.

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes
Coach Personal
www.liderazgocreativo.com