Porque aun sois carnales, pues habiendo entre vosotros celos, contiendas, y disensiones, ¿nos sois carnales, y andáis como hombres? 1ª Co.3:3

En la NVI dice así; pues aún son inmaduros.  Mientras haya entre ustedes celos y contiendas,  ¿no serán inmaduros?  ¿Acaso no se estarán comportando según criterios meramente humanos?
Pablo exhorta a los Corintios, por la evidencia de inmadurez que mostraban debido a su comportamiento, y lo mismo nos diría en este tiempo a todo aquel que pretende caminar con bandera de cristiano, pero que en su hogar lo que reina son los celos, sabiendo que esto es signo de perturbación y de toda obra perversa. ¿Que reina en tu vida y en tu hogar?

Al igual que en mi hogar materno, reino la oscuridad de este mal, como una herencia, lleve a mi hogar la perturbación y toda obra perversa, debido a que estos tres factores, de los cuales te hable en la reflexión anterior, estaban en mi; 1-Baja autoestima, 2-Iinseguridad, y 3-Me creía dueña de mi esposo.
Pero un día me tropecé con esta cita Bíblica de Santiago 3:14-16 que dice; donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa… y comprendí, que tenía que tomar una decisión, pues llamándome hija de Dios, Satanás no podía seguir gobernando mi hogar y mi vida…permitiéndole así al Espíritu Santo que día a día sanara todas mis heridas del pasado, heridas de la infancia….y en cuanto a estos tres factores  pude comprender a la luz de la palabra de Dios que:

1-Mi autoestima no podía estar más basada en el pasado, sino en quien soy ahora, como hija de Dios…el Salmo 127:3 dice, He aquí, herencia del Señor son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre…lo que me ha enseñado, que quizás para mis padres no fui de estima, es decir apreciada, valorada como un regalo del cielo, pero, para Mi Señor si lo he sido, desde el vientre de mi madre, el sí me ha mirado como su herencia, como algo hermoso, El me ha considerado de gran valor, por lo que ahora tengo no una baja o alta estima de mi misma, sino la que él me ha dado a través de su palabra.
Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te ame; Isaías 43:4,  con esta palabra Dios sello en mi corazón, dos cosas, el valor y el amor que él tiene para mí.

2- Inseguridad; porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo. Yo habitare en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Salmo 61:3, 4…ayer, en el pasado reino la inseguridad e inestabilidad en mi alma, y en mi vida, pero ahora he encontrado el verdadero refugio que me provee seguridad no por un momento, sino por toda la eternidad…mi seguridad, ya no son los seres humanos en los que pretendía refugiarme, sino Cristo mi Señor y Salvador.

3- He llegado a comprender, que si Cristo es mi identidad y mi seguridad, nunca más necesitare la afirmación de un hombre….sino que, al ser llena de su palabra y de su santo Espíritu, su plenitud me afirman…en mi corazón he llegado a entender, que el verdadero amor sencillamente se entrega, y no espera nada a cambio…el amor no hace nada indebido; no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor…se goza de la verdad…y la verdad es Cristo y su palabra.

Si algún celo deberá haber en nuestra vida, es por las cosas santas de Dios, pues no debemos de olvidar, que a Jesús lo consumió el celo de la casa de su Padre cuando entro al templo, y lo vio convertido en un mercado…Dios es celoso, es uno de sus atributos morales, nosotros debemos de ser celosos, pero jamás celos amargos, llenos de perturbación y contención, sino mas bien, celosos de su santidad y pureza en nuestra vida…una estima sana, la seguridad en Cristo, y libertad de decisión para mi esposo…me han llevado a traer un trocito del cielo a mi hogar…solo los que claman, solo los que gimen por su libertad, serán escuchados en lo alto.

Querido amigo, querida amiga, como siempre dos opciones, celos amargos y perturbación, o identidad y seguridad en Cristo Jesús….tú decides

Semillas de Vida
Elsa de Moran
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