Oh, Señor, ayúdame a caminar en tu consolación para poder consolar a los pequeñitos que se atraviesen en mi camino. Oh, Padre, tu haz tenido misericordia de mi como un pequeñito y que esperas o pides de mi hoy? Si, que también tenga misericordia de ellos para llevar la demostración de tu amor que permanece hoy y siempre. Entonces los pequeñitos se levantarán y reirán junto con otros que alrededor del mundo han sentido la dulzura de tu amor.
Serafín Contreras G.

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.  2 Corintios 1:3-4.