“Al pobre no le alcanza y  al rico no le es suficiente. Dios nos ha dado el dinero para que nosotros lo gobernemos y no para que el dinero nos gobierne. La verdad es que en nuestra manera de vivir pareciera que nuestro dios es el dinero. Las deudas están ahogando muchas vidas en la piscina de la ambición, la competencia o la presunción. De quién eres siervo”?. Serafín Contreras G.